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Mary Jo
Texto de Ana Pessoa
Ilustraciones de Bernardo P. Carvalho
María José se ha mudado de casa, cambio que viene acompañado de su adolescencia: el gusto por los chicos, nuevos sentimientos, inseguridades, cambios en el cuerpo… y de la despedida de Julio Pirata, con quien compartió parte de su infancia y de quien estuvo enamorada sin ser correspondida. María José escribe una carta muy larga a este chico; con una mezcla de tristeza, alegría y humor, narra experiencias de su vida antes y después de mudarse, antes y después de descubrir su nuevo cuerpo.
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Nada detiene a las golondrinas
Texto de Carlos Marianidis
Ilustraciones de Adriana Campos
Miguel vive ese tiempo difícil que está entre la infancia y la adolescencia. Con un especial modo de hablar, cuenta las cosas importantes que le ocurren: su amistad con Lucas, la llegada del extraño Patricio, el amor por Joana, las revelaciones sexuales de su prima Débora… Un aluvión de sentimientos desconocidos y el gran secreto que comparte con sus amigos en la arboleda lo enfrentan al mundo de los adultos, que tiene su personaje más curioso en Camille, una anciana francesa que huyó de la Segunda Guerra Mundial. Pero algo inesperado hará que todo pase a un segundo plano. A partir de ese momento, lo que suceda en el pueblo dejará una huella imborrable en cada protagonista de esta historia.
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Papalote. Un cumpleaños fantástico
Texto de Ana Romero
Ilustraciones de Amanda Mijangos
María va a cumplir años y uno de sus deseos —no, esta vez no pedirá viajar al Asteroide B 612 o al Amazonas— es ir a un lugar al que hace muchos años su Tita llevó a su papá; un lugar para el que no necesitas una nave espacial porque puedes llegar en metro, camión o coche: Papalote Museo del Niño. Quizá sucedan cosas fantásticas en su día especial
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Para Nina. Diario de una identidad sexual
Texto de Javier Malpica
Ilustraciones de Enrique Torralba
Los personajes de esta novela no son exactamente estereotipos. Nina, la abuela, no es la típica anciana dulce y cariñosa; a Claudia, la hermana, le gusta el futbol y tiene la rudeza de la que carece Eduardo, el protagonista, o ¿deberíamos decir la protagonista? Sí, Eduardo sabe que es una mujer en un cuerpo de hombre, así que escoge un nombre propio con el que sí se reconoce: Victoria. Esto y todo lo que le sucede es lo que le platica a su diario, que se ha convertido en un personaje más de esta historia.
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Supergigante
Texto de Ana Pessoa
Ilustraciones de Bernardo P. Carvalho
Édgar atraviesa por el día más triste y el más feliz de su vida: su abuelo ha muerto y Joana le ha dado su primer beso. Abrumado por las sensaciones de pérdida y euforia, el protagonista comienza a correr. Mientras Édgar corre, organiza sus pensamientos. Conforme avanza, Édgar se vuelve cada vez más grande. Llegado un punto, ya no cabe dentro de su propio cuerpo. Es una explosión continua. Es supergigante.
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Tristania
Texto de Andrés Acosta
Ilustraciones de Marco Chamorro
El Morby y el Sick son dos hermanos, fanáticos del cine de terror, que suelen pasar sus días embebidos por la música de Rob Zombie y los juegos de rol. Su vida transcurre entre eruditas discusiones sobre marcas de cereal y las marchas zombis hasta que, en un viejo cine, conocen a una extraña chica llamada Tristania. A partir de esa noche el destino les hará una mala, ¡pésima!, jugada. A veces lo peor que te puede suceder es que tus más fervientes deseos se hagan realidad.
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Un hada en el umbral de la tierra
Texto de Daína Chaviano
Ilustraciones de Rosana Mesa Zamudio
Al desaparecer su padre, dos años atrás, Tomy y su madre, Niza, se han quedado varados y solos en Garnys —un planeta congelado y desierto— en espera de ser rescatados para volver a la Tierra. Extrañas voces los acosan y los sumergen en el miedo y la desconfianza, pero un giro sorprendente cambiará sus destinos. El terror y la esperanza se mezclan en esta historia de ciencia ficción y fantasía que podrán disfrutar tanto los jóvenes lectores como los adultos.
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Valeria en el espejo
Texto de Antonio Granados
Ilustraciones de Silvana Ávila
Ha llegado el horario de verano. En casa de Valeria han olvidado adelantar el reloj y Valeria sale tan rápido de su cuarto que no se da cuenta de que su imagen, atolondrada, se quedó en el espejo. Juan Luis, su compañero de clase, piensa que Valeria es una chava insoportable: la más puntual, la más atenta, la preferida de la maestra. Pero un día descubre que su piel morena combina con sus ojos que de tan cafés parecen negros, y que al escuchar su voz siente algo así como cosquillas. Valeria, la que rara vez expresa sus emociones, un día siente un latido inusual en el pecho, y quiere dejar que su cuerpo se mueva al ritmo de la música.